
Cuando la noche traía ecos de milonga y tango, llegaban a mezclarse con el ruido del billar,
los dados y el dominó y se convertían en una excelente excusa para aliviar la tensión
que el juego les provocaba.Página Web:Historias de mi comuna https://buenosaires.gob.ar/noticias/historias-de-mi-comuna-cafe-los-36-billares
AVENIDA...