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095. RELATOS INVISIBLES ❽ LOS 36 BILLARES

viernes, 17 de noviembre de 2017

 

 

 
Cuando la noche traía ecos de milonga y tango, llegaban a mezclarse con el ruido del billar, los dados y el dominó y se convertían en una excelente excusa para aliviar la tensión que el juego les provocaba.

Página Web:Historias de mi comuna 
 
 
 
 
 
AVENIDA DE MAYO 1265
(Por Historias de mi Comuna)

 

¿Querés abrir la puerta para ir a jugar? Vení al bar Los 36 Billares. 

 

 

 

Apenas entrás la atmósfera te envuelve como una mantita y te invita a pasarla lindo. Es el mismo airecito que respiraron poetas como Federico García Lorca o Abelardo Arias que, a lo mejor, quién sabe, garabatearon versos en las servilletas esperando un café.

 

Su inauguración en otro lugar (sobre la calle Corrientes) causó sensación hacia 1882, instaurando la moda de este juego hasta el punto que, para 1890, había en Buenos Aires un centenar de locales con mesas de billar. Desde 1894 cuando se instaló en su ubicación actual, funcionan en el subsuelo los billares. Cuando el café fue inaugurado contaba con las 36 mesas de billar, hoy tiene 9 para éste juego, 6 mesas de pool y 1 de Snooker que tiene aproximadamente 100 años.

 

Los arquitectos Colmegna y Tiphaine fueron los autores de la obra que respondía al exquisito gusto de fines del siglo con la fuerte influencia de la colectividad hispana. En el edificio se enhebran las mesas de billar con el café y los grandes ventanales a la calle. La fachada combina tonos ladrillo y arena. Unos toldos rayados de la misma gama cromática sombrean las vidrieras. Los faroles iluminan la vereda y el cartel que se yergue en la calle muestra las especialidades de la casa, dando un toque de distinción y calidez al recinto, de manera que impulsan a vecinos y turistas a entrar.

 

 

 

Adentro hay un escenario ubicado al frente de la barra recubierta por una mesada de granito, la boiserie está compuesta por racimos de uvas y unas mesas cuadradas y redondas de madera le otorgan vida al ambiente. Buscando sectorizar los lugares el salón de juegos habita el subsuelo y cuenta con catorce mesas de billar.

 

Por haberse mantenido hasta el presente conservando su carácter y decoración original, en 1987 el Museo de la Ciudad y el Arquitecto José María Peña, su fundador, reconocieron a "Los 36 Billares" como Testimonio vivo de la Memoria Ciudadana.

 

Si no sabés cómo agarrar un taco y pegarle a una bola, ¡no te desesperes! Podés jugar a los naipes, dados, dominó o simplemente tomar un rico cafecito ¡No tenés excusas! Después contanos cómo lo pasaste.

 

 

UNA PUERTA AL PASADO...

 

Mientras caminábamos por la Avenida de Mayo, mire el vitral de este lugar y me llamo la atención el original nombre "Los 36 billares". Pregunte a nuestras amigas argentinas que nos estaban haciendo de guías por la ciudad y mencionaron que era una lugar donde el tiempo se había detenido y que tenían unas fantásticas pizzas.

 

Dado que ya era casi media tarde, les ofrecí un café y entramos. El lugar estaba casi vacío por lo que pude recorrerlo sin problemas apreciando los trofeos, fotos e historias que adornan sus paredes y de pronto ese aire a antigüedad llego a mi mente, había un par de mesas de billar algo trajinadas y que me llevaron a imaginar las grandes partidas y apuestas que allí se debían haber realizado. Ante mi interés un amable camarero me invito a bajar al sótano donde encontré unas quince mesas correctamente alineadas y en una de ellas un par de personas mayores jugaban una partida. Al verme uno de ellos, un tipo muy colorado y con un enorme bigote blanco teñido por el humo de cigarro me pregunto de donde venía y muy gentilmente dejo su partida y me contó en diez minutos varias historias de vida que en ese lugar se habían desarrollado. Fue muy interesante y ameno.. La complicidad de un ambiente tradicionalmente varonil como lo es una sala de billar, hizo de cada historia una experiencia como si hubiese estado allí.

 


 

El café fue servido y disfrute cada sorbo en un ambiente lleno de pasado y tradición.

 


No hay mucho que fotografiar, pero... ¿Cómo sacarle una imagen a un sentimiento del pasado?  solo debes vivirlo.

 

Para visitar de pasada no está mal, considero que, si vas a caminar por la Avenida de Mayo, una entrada a este bello lugar no está de más. Lo disfrutarás.



 

 

 

 

 

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