040. CINE ❷: EL COLOR DEL DINERO

THE COLOR OF MONEY

 

"Cuando estoy en racha me siento como un jinete en su caballo, con todo ese poder y velocidad. Es una sensación realmente fantástica, cuando lo haces bien y lo sabes. De pronto, noto aceite en el brazo. El taco de billar forma parte de mí. El taco de billar tiene nervios. Es un trozo de madera con nervios. Sientes las bolas rodar. No tienes que mirar, simplemente lo sabes. Haces jugadas que nunca antes se habían hecho. Y juegas al billar como nunca antes se había jugado". (Eddie Felson)

"No eres un perdedor, Eddie. Algunos hombres nunca se sienten así". (Sarah Packard)

 

 

*Conversación en la película The hustler (El buscavidas).

FICHA TÉCNICA

DIRECCIÓN: Martin Scorsese

PRODUCCIÓN: Irving Axelrod, Barbara De Fina

GUIÓN: Richard Price (Novela: Walter Tevis)

MÚSICA: Robbie Robertson

FOTOGRAFÍA: Michael Ballhaus

MONTAJE: Michael Ballhaus

REPARTO: Paul Newman, Tom Cruise,

Mary Elisabeth Mastrantonio, John Turturro,

Helen Shaver, Forest Whitaker

AÑO:1986

GÉNERO: Drama

DURACIÓN: 117 min.

PRODUCTORA: Touchstone Pictures

Obtuvo 4 nominaciones a los Oscar

Mejor Actor: Paul Newman
Mejor Actriz de reparto: Mary Elisabeth Mastrantonio

Mejor Dirección artística

Mejor Guión adaptado

Consiguió el de Mejor Actor: Paul Newman

Premiar a Paul Newman por esta película fue como la justicia aplicada al reo de manera tardía, ya que hacerlo por este film, y no por el mismo papel en su interpretación de El buscavidas 25 años antes, parece un Oscar a la nostalgia, un Oscar de reconocimiento al papel realizado en 1961 y que incomprensiblemente no fue premiado aunque ello no hace sino corroborar que Paul Newman hace el papel en este film, igual que el interpretado 25 años antes, suyo y exclusivamente suyo.

SINOPSIS

Paul Newman, que ya fue protagonista de la película de 1961, vuelve a interpretar al enigmático personaje de Eddie "Relámpago" Felson, quien después de más de veinte años sin jugar al billar, vuelve a la vida cuando ve aparecer en su local de retiro al joven Vincent Lauria -papel interpretado por Tom Cruise-. El viejo "buscavidas", al que sólo vencían sus propios fantasmas, vuelve a renacer al verse reflejado veinte años atrás en ese joven chico que, ante sus ojos, da una paliza a su protegido. Eddie Felson ha de hacer ahora de mentor, teniendo tan poca paciencia y comprensión con su pupilo como la que sus antiguos mentores tenían con él, y enfrente Vincent Lauria, tan dado a hacer las cosas a su manera como él cuando tenía su edad. Ello hará que un ya retirado y oxidado Eddie Felson vuelva a desenfundar su viejo Balabushka y ponga rumbo a la carretera, como en los viejos tiempos, junto al joven, nuevo e inexperto aprendiz de buscavidas. ¿Quién será el mejor jugador de nine ball del momento, Vincent Lauria o Eddie Felson? La suerte está echada.

 
EL DIRECTOR

Martin Scorsese siempre ha dicho que esta es una película que pertenece a una etapa de sequía creativa. Eso dice él. Si alguien en crisis es capaz de maravillarnos con una obra como esta, ya tenemos una muestra de hasta dónde llega su genio. El director ítaloamericano deja su huella en una forma magistral de grabar las partidas de billar, haciendo unos seguimientos de las bolas que vuelven a convertirse en música y que acompañan una espléndida banda sonora, con temas de Eric Clapton "It`s in the way that you use it" o el maravilloso "Werewolves of London", del mítico Warren Zevon, que pone música a una de las escenas más recordadas de todo el film. Scorsese, decidió ofrecernos, una continuación del personaje que se hiciera famoso algunas décadas antes: Eddie Felson. Tocar un film como "El buscavidas" de entrada puede parecer un atrevimiento, sin embargo, Scorsese, con mucha inteligencia, nos ofrece una historia, en la que se sirve del mismo personaje que el film de Robert Rossen pero que no busca una continuidad lineal, intentando que sea un film totalmente independiente del primero. Es más, Scorsese apenas realiza un guiño al film de Rossen, eludiendo de esta forma una posible comparación y que veamos el film como algo propio, independiente. Así, en este film vemos a un Felson más maduro, alejado ya del taco del billar, pero sólo en apariencia. Sólo necesita sentir la fuerza del joven Vincent para que vuelva a arder en su interior la pasión por el billar. De esta forma, Scorsese da un giro y convierte al aprendiz de buscavidas" en maestro, (aunque sólo del billar), y de la mano de la pareja de éste (Mary Elizabeth Mastrantonio) bastante más despierta que él, se animan a recorrer los circuitos del billar con un único objetivo: hacer dinero. Por el camino, Felson aprovecha para transmitir al joven aprendiz algunas de las lecciones que tanto le costaron aprender a él.

Sinceramente, si esto es lo que Scorsese entiende por crisis creativa, espero que siempre esté en crisis. 

"El color del dinero"  es una  espléndida enseñanza sobre la vida, complemento ideal de "El buscavidas".

PAUL NEWMAN

Paul Newman borda su interpretación de Eddie Felson, dotándole de una profundidad incluso mayor que en "El buscavidas", lleva el cansancio escrito en la frente. Con su personaje consigue hacerse con todas y cada una de las escenas del film, e incluso cuando no aparece en pantalla, la mera insinuación de su presencia ensombrece al resto. También hay que decir que a pesar de todo, ha realizado mejores interpretaciones que esta. Pero fue por esta por la que le dieron su único Oscar. Cosas de Hollywood.

TOM CRUISE

Tom Cruise se mueve como pez en el agua en uno de los mejores papeles de su carrera, hace más que creíble su personaje de niñato sabelotodo.

EL REPARTO

Espléndida reflexión sobre los sueños y la vida, disfrazada de enfrentamiento generacional. El conjunto lo completan secundarios de la talla de una excelente Mary Elisabeth Mastrantonio, en el papel de novia fría y calculadora. Helen Shaver como compañera sentimental de Eddie. El camaleónico y genial actor John Turturro que da vida a Julian, el pupilo de Eddie o un inmenso Forest Whitaker, con su personaje que no es sino un oscuro reflejo del joven Felson, en una de las mejores escenas de toda la película, que con su "Are you a hustler?" saliendo de los labios de Newman, nos remonta de una forma extraña a la genialidad en blanco y negro filmada por Rossen.

EL FILM 

Eddie Felson vuelve, en la piel de un Paul Newman que, a pesar de lucir bigote en esta ocasión, sigue transmitiendo la misma fuerza a través de su mirada clara. Esta vez se nos presenta como un triunfador, aunque es realidad no es tal. Ya no tiene apuros económicos y no se ve obligado a viajar por todo el país para vivir. Ya no juega al billar. Sin embargo, un día encuentra a Vincent, un mago de las bolas, un auténtico diamante en bruto, listo para ser pulido por "El rápido". Y esto le trae recuerdos. Le transporta a una época que, a pesar de todo lo que pudo sufrir, sigue siendo la más feliz de su vida. Felson le enseñará todo cuanto hay que saber para explotar su talento, incluyendo la lección más importante de todas: "hay que saber perder para poder ganar". Junto a la novia de Vincent inician un viaje, recorriendo las principales salas de billar del país. Pero el viaje es algo más. Lo que empezó como un recurso para ganar dinero pasará a ser un curso de educación para la vida, y terminará convirtiéndose en la redención de Felson. Redención que no se producirá hasta que comprueba los efectos que sus enseñanzas han causado en su joven pupilo. Es entonces cuando el viejo Eddie sale de su letargo, y vuelve a su elemento natural, taco en mano.

El color del dinero difiere de su progenitora en que esta vez lo mejor está en la superficie y no en el corazón. La interpretación es genial, no sólo por el oscarizado Paul Newman, también hay que reconocerle a Tom Cruise que está realmente insufrible en su papel de niñato insoportable. Mastrantonio está correcta en su papel de compañera de Cruise y habría sido un toque de originalidad si ella también hubiera jugado al billar, rompiendo de esa manera el tono machista que tiene el film. Y aunque la historia, no resulte tan sólida como su predecesora (los personajes sufren cambios demasiado abruptos), aun así, allá donde se encuentre Eddie Felson tiene que haber corazón. La lucha entre el reconocimiento y el orgullo está más presente que nunca, la astucia para conseguir dinero, valiosas lecciones morales, la lucha por los sueños y una reflexión general sobre la vida continúan vigentes en un marco de confrontación generacional, satirizando la actual por medio de los videojuegos y suspirando por el romanticismo de una época pasada que en el caso de Eddie, debió morir en un hotel de Louisville.

Donde antes había más suavidad ahora hay más primeros planos y una cámara más rígida, todo acorde con los nuevos tiempos. Excelentes las atmósferas de bares oscuros y llenos de humo donde tan solo unas pequeñas lámparas iluminan unas mesas de billar que se convierten en el centro de atención. El color del dinero nos lleva desde los bares más simples donde se mueve el dinero, hasta todo un campeonato del mundo en el que Eddie nunca participó, para terminar con un final abierto pero que nos deja satisfechos.

Scorsese lleva a su terreno la historia, convirtiéndola no sólo en un film de aprendizaje más.

Las enseñanzas de Felson calarán hondo en el joven Vincent, bien dirigido por su calculadora novia, pero Felson pese a la sabiduría acumulada también tiene cosas que aprender y sobretodo encuentra su propio camino de redención, de nuevo con un taco en las manos.

El director nos viste esta historia, de planteamiento simple y lineal con unas excelentes imágenes, buscando todo el efectismo posible en las numerosas partidas de billar que jalonan el film.

CURIOSIDADES 

En la película aparecen muchos grandes maestros del billar de los años 80, como Steve Mizerak, Jimmy Mataya, Grady Mathews y Keith McCready. 

En las escenas de juego las supuestas manos de Tom Cruise, pertenecen a Mike Sigel.


VIDEOS

TRAILER (English)

TRAILER (Español)

EL ALARDE                                                                                       


EL DUELO


FINAL SCENE (English)

ESCENA FINAL (Español)

CONCLUSIÓN

Scorsese convierte el billar en verdadero arte, sólo hace falta ver las frenéticas secuencias que monta en las mesas de billar, siguiendo las bolas hasta el agujero, con los jugadores y sus tacos a cámara rápida, y los tíos aflojando los billetes. Eso es realmente lo que vale: la textura Scorsese. La voz en off, los movimientos de cámara que envuelven el espacio trasladándose rápidamente, sin cortes, de un sitio a otro, mostrando precisamente el ambiente de ese lugar y casi hasta las sensaciones y los pensamientos de los personajes sin necesidad de que articulen palabra. Por eso, aunque el argumento no me haya entusiasmado, da igual, siempre está ese genio que apuntala las vigas a punto de derrumbarse, dándole otro color.

El color del dinero.

 

 

 

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